lunes, 9 de junio de 2014

NOTA PERIODÍSTICA SOBRE CÁMARAS DE SEGURIDAD


El Periódico publicó una extensa nota referida al pedido de instalar cámaras de seguridad en nuestro barrio. A continuación, se transcribe la misma:



"En barrio Sarmiento se cansaron de los robos y apuestan a las cámaras para tener más seguridad, aunque son costosas. Las alarmas comunitarias, aunque supieron funcionar muy bien, ya casi no se usan. De todos modos siguen vigentes en la provincia.

Hace un año, El Periódico mostraba que cada vez eran más los negocios de barrio Sarmiento que optaban por ponerle rejas al frente de sus locales y sus propietarios atender tras los barrotes. Sin embargo, fue una solución a medias. 

Este barrio siguió siendo foco de los delincuentes y desde el centro vecinal empezaron a analizar distintas variantes para prevenir situaciones de robo. En una reunión con jefes policiales, los vecinalistas de este barrio con más de noventa manzanas y cien negocios y empresas ubicadas en sus calles, pidieron por la instalación de cámaras de seguridad. 

También hace un año aproximadamente, se anunció que San Francisco iba a contar con 15 nuevas cámaras de seguridad destinadas a reforzar la tarea de monitoreo del delito que desde 2011 lleva a cabo la Policía. Son diez las que funcionan actualmente en distintos puntos de la ciudad, sobre todo en el centro. 

La llegada de las nuevas cámaras se encuentra demorada ante cuestiones burocráticas, las que podrían destrabarse a mediano plazo. A éstas se las piensa colocar de manera estratégica en cada uno de los accesos a San Francisco como así también en el trayecto del camino interprovincial. 

Quieren vigilancia 

Raúl Dominini, presidente del centro vecinal de barrio Sarmiento aseguró que los hechos delictivos son “moneda corriente” en su zona. “Nos reunimos con la Policía para ver cómo sumar seguridad en el barrio; tomamos conocimiento de que hay un pedido de más cámaras para la ciudad, que son monitoreadas por policías y queremos iniciar trámites para tener algunas en nuestro barrio”, contó el vecinalista. 

Sin embargo, la demora en la llegada de estos aparatos desmotivó un poco a estos vecinos que buscaron otra alternativa. Una de ellas fue hablar con todos los comerciantes para que vean la posibilidad de adquirir un equipo de vigilancia, que ellos mismos puedan monitorear. 

“Como centro vecinal quisimos concientizar a los vecinos y empresarios del barrio de que hagan un esfuerzo y coloquen las cámaras de seguridad frente a su comercio para ser monitoreadas por ellos mismos. Pueden seguir las imágenes con un teléfono celular, es como tener un policía virtual frente a sus negocios”, remarcó Dominini. 

Claro que lo económico pesa a la hora de tomar una decisión, ya que este sistema de seguridad puede llegar a costar unos diez mil pesos. No obstante, el vecinalista sostuvo que si en una cuadra donde hay siete comercios se ponen dos o tres cámaras alcanzaría para prevenir. 

Luego Dominini pidió a los vecinos del barrio mayor compromiso: “No va a venir un salvador de arriba a cubrirnos, hay que hacer el esfuerzo; estas cámaras son una herramienta de protección”, afirmó. 

A la par de barrio Sarmiento, otros barrios analizan también echar mano a cámaras de seguridad para tener un elemento que registre posibles delitos, aunque recién empiezan a analizarlo. 


Alarmas comunitarias con menos uso 

Hace diez años en barrio 9 de Septiembre implementaron las alarmas comunitarias tras una serie de robos en la zona. Se instalaron más de 120. 

“Lo llevamos a cabo con mucho éxito y superamos bastante los hechos de inseguridad”, recordó el presidente del centro vecinal Héctor Acosta, y agregó que “hoy siguen habiendo alarmas y según el mapa delictivo de la policía nuestro barrio tiene bajo índice de robos”. 

El modelo de barrio 9 de Septiembre fue implementado luego en Sunchales, en dos barrios de Frontera y unos tres años atrás en barrio Vélez Sarsfield de nuestra ciudad, donde se instalaron unas 80. 

Las alarmas son manejadas por el vecino y se activan apretando un pulsador. En cada cuadra entre dos y tres vecinos las tenían en su casa y comercio. Cuando en el barrio sonaba una, inmediatamente los demás vecinos hacían sonar las suyas. Al mismo tiempo se daba aviso a la Policía. 

“El estridente ruido sucesivo de las alarmas generaba que el delincuente que estaba en el patio o un techo se sintiera acorralado”, explicó Acosta. 

Las alarmas comunitarias son un sistema de seguridad y prevención más económico que las cámaras, y si bien en San Francisco no tienen bastante uso en la actualidad, en otras ciudades grandes de Córdoba siguen vigentes. 

En abril de este año, el municipio de Río Tercero anunció un plan de alarmas comunitarias para disponerlo en 19 de los 24 barrios, ante los reclamos por inseguridad existentes. En Córdoba capital, hace unos días inauguraron una red de alarmas comunitarias en una de las zonas más vapuleadas de barrio Yapeyú."

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